No imagines tu futuro con quien no ha superado su pasado

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Ciertamente para muchos resulta muy difícil cerrar ciclos, dejar atrás el pasado y decidir mirar hacia adelante sin estar continuamente verificando lo que hemos dejado atrás… Cuando no logramos dar a cada persona un espacio, un tiempo y una posición en nuestras vidas, sino que permanentemente tenemos un salto atrás, unas ganas de…, un iluminación acerca de…, un remordimiento por…, una añoranza de…, pues muy probablemente sufriremos mucho.

Y no solo sufriremos nosotros por no saber, querer y/o poder dejar nuestro pasado atrás, sufrirá cualquier persona que se atreva a experimentar iniciar un recorrido a nuestro lado. Con esa confusión que toma lugar en nuestras vidas, donde no sabemos a ciencia cierta cómo distribuir nuestros afectos, no estamos seguros de amar  a alguien de nuestro pasado, si las nuevas oportunidades tienen lugar para nosotros o si podemos aplicar una combinación de ambos escenarios.

En medio de sentimientos encontrados, de frustraciones, de estar pendiente de la vida de los demás, de comparaciones, de idealizaciones y de dudas, transcurren nuestras relaciones presentes, donde más temprano que tarde, por muy habilidosos que seamos, terminamos descubriendo parcialmente el maremágnum de cosas que habitan en nuestro interior, contando con gran protagonismo uno o varios personajes del pasado.

Evidentemente a nadie le gusta tener una historia haciéndole sombra, ni pensar que su relación depende en gran medida de lo que decida una tercera persona, ni es satisfactorio guardarse sentimientos para evitar que nos lastimen, con un freno de mano puesto, considerando que quizás no lleguemos a ocupar los espacios que alguien del pasado aun considera territorio reservado.

No nos podemos proyectar a futuro a alguien que se ha dejado vencer por su pasado, que no ha podido manejar los cambios y aunque la relación o el vínculo se hayan roto en algún momento, sigue inclusive añorando una nueva oportunidad.

Todos tenemos un pasado, pero cada uno de nosotros es dueño de la decisión de cómo nos afecta ese pasado y cuál es la cabida que le damos a nuestro presente. Todo acaba por algún motivo, aprendamos a cerrar ciclos y a poder iniciar solos o con alguien más nuevas etapas en nuestras vidas.

Si eventualmente la vida nos coloca en una posición donde podemos hacer algo diferente con alguien del pasado que aún nos importe, podemos considerar la posibilidad de abrir un nuevo ciclo con esa persona, pero sin permitirnos sabotear todas las relaciones que pudiesen haber estado en el medio y menos sin la certeza de que esa posibilidad que mencionamos llegue a darse en algún momento.

En cualquiera de los lados en los cuales nos encontremos, seamos cuidadosos en dejar nuestro pasado atrás y cuidémonos mucho de vincularnos con aquellas personas que no han sido capaces de soltar si pasado y es evidente que lo acompañará por siempre.

Por: Sara Espejo


Sara Espejo

Buscando diariamente las maneras de inspirar tu vida.

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