No anides en tu mente lo que no quieres en tu vida
Por nuestra mente a diario pasan miles de pensamientos y la mayoría de ellos son pensamientos negativos.
Los pensamientos son la base de nuestro proceso de atracción y de creación, pero siendo ellos tan variados, tan numerosos, tan automáticos y tan inconscientes, nos resulta más sencillo verificar desde qué punto estamos atrayendo experiencias a nuestras vidas, el monitorear las emociones.
La importancia de leer nuestras emociones
Quizás no nos damos cuenta de qué estábamos pensando en un momento determinado, pero el cómo nos sentimos es más notorio. No estamos muy acostumbrados a reconocer como nos sentimos, solo vamos cambiando de un estado anímico a otro sin mucho miramiento, pero es crucial que aprendamos a utilizar nuestro sistema emocional, detectando el malestar y haciendo lo necesario para cambiarlo.
Nuestro estado anímico lo podemos cambiar con un solo pensamiento, con una sencilla decisión y eso, no saben lo poderoso que es en la creación de las experiencias futuras. Somos un imán para atraer aquello que esté en sintonía. Si nos sentimos mal, vamos a atraer experiencias que nos hagan permanecer en ese estado y lo mismo pasa si nos sentimos bien… Entonces el identificar cómo nos sentimos es una forma de controlar nuestro futuro en alguna medida.
Tu hoy es lo que atrajiste en tu pasado
Lo que vivimos hoy es una consecuencia de lo que atrajimos a nuestras vidas en el pasado. Cuando nos enfocamos en algo, de alguna manera, le estamos ofreciendo una invitación a entrar en nuestras vidas y mientras el enfoque sea más fuerte, estaremos no solo invitando a entrar sino a quedarse indefinidamente.
Por eso es importante no cultivar en nuestra mente lo que no queremos en nuestras vidas. Estamos acostumbrados a darle vueltas justo a lo que no queremos, a lo que no nos gusta, a lo que no tenemos y nos gustaría tener… Y con ello atraemos justo eso en lo que nos enfocamos, nos conectamos con lo contrario a lo que en realidad nos gustaría.
No es sencillo desprogramarnos, pero resulta valioso entender que podemos comenzar a crear nuevas realidades para nuestra vida desde este preciso instante, con el próximo de nuestros pensamientos.
Aprende a escucharte
Siente a tu cuerpo, él te guía, cuando sientas malestar, es porque lo que estás anidando en tu mente no te conviene. Cámbialo, sustitúyelo, distráete, pero no lo alimentes. Ojo, es importante no ponerse a reñir con el pensamiento, porque también eso le fortalece. Coloco un ejemplo: “aquí está ese pensamiento otra vez que me hace sentir mal, ahora voy a comenzar a atraer más pensamientos de ese estilo, hasta hacer una bola de nieve y ahogarme en ella, pues nada no puedo dejar de pensar en ello y ahora voy a materializar aquello que no quiero…”
No, no debemos pelear con nuestra mente, ni utilizar la información que manejamos en nuestra contra. Lo ideal es ir de forma progresiva aprendiendo a dejar pasar un pensamiento inconveniente. No le demos fuerza, pero tampoco nos resistamos, actuemos como si viésemos pasar por la calle a alguien que no tiene nada llamativo, que no nos costará no enganchar la mirada en esa persona e inclusive olvidar su tránsito con prontitud.
Los pensamientos y la atención
Los pensamientos ciertamente actúan como todo en el universo, se atraen dependiendo de su frecuencia… Y en una mente programada para el drama y el sufrimiento, como es la de todos nosotros, que desde que nacemos comenzamos de llenarnos de creencias contraproducentes, le resulta natural ver un pensamiento negativo y tener listos muchísimos más para agregarles.
De alguna manera todo aquello a lo que le damos demasiada atención, se manifiesta y se hace parte nuestras vidas. Es por ello que resulta conveniente entender que estamos creando a través de lo que le damos mayor fuerza y mayor relevancia en nuestra mente, bien sea porque nos guste mucho, porque no nos guste para nada, porque nos aterre, porque lo queramos evitar… Darle atención a algo es establecer un camino para que aquello llegue a nosotros. Mientras más atención le damos, más pasos recorremos en esa dirección.
Haz de tu mente, tu aliada
Acostumbrémonos entonces a darle atención a lo que nos apasiona, a lo que disfrutamos, a lo que queremos en nuestras vidas. Restándole importancia a esos pensamientos que vienen a decirnos que eso no es para nosotros, que hay cosas que deben llamar más nuestra atención, que de ilusiones no se vive.
Pues callemos la mente las veces que sean necesarias y para ello lo mejor es ignorarla. Con el paso del tiempo, ella cederá, se acostumbrará a ser nuestra aliada y dejará de pretender dirigirnos por el camino que ella seleccione. La mente puede ser tu mejor aliada o tu peor enemiga y el darte cuenta de su rol y de tu alcance te permitirá crear una vida a tu medida y no a la de ella.
Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos.
Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.
Buda
Imágenes cortesía de: Dimitra Milan
24 junio, 2019
Por: Sara Espejo Reencontrate.com
Publicado en: Reencontrate.com