Si se fue, es porque no lo necesitas en tu vida

Si se fue, es porque no lo necesitas en tu vida
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Esto no es una entrada para potenciar nuestra arrogancia o nuestro orgullo. Más bien es una invitación a entender que cada uno de nosotros se encuentra recorriendo un camino que nos permitirá crecer, experimentar, sentir y que para cada una de la cosas que queremos vivir, necesitamos una situación en la cual podamos trabajarla.

Nada de lo que nos ocurre es producto del azar

Es por ello que resulta de utilidad entender que nada nos ocurre por casualidad, mucho menos nuestros encuentros personales. Cada persona nos otorga algo, incluso aquellas con las que preferiríamos no haber coincidido nos otorga algo y nos cambia de alguna manera. Evidentemente mientras más cercana sea la relación, de mayor impacto será en nuestras vidas.

Cuando ya hemos visto en alguien lo que necesitábamos o cuando nos hemos visto a nosotros mismos en el reflejo que nos ofrece determinado vínculo, quizás ya hemos tomado de allí lo que buscábamos y podemos sencillamente seguir adelante.

Cuando una persona se aleja de nuestras vidas, incluso sin que nosotros estemos preparados, lo más probable es que sea la consecuencia de que ese algo, que la atrajo a nosotros en primera instancia, ya se ha modificado y por lo general ello ocurre cuando hemos cambiado nuestra relación con nosotros mismos.

La relación con nosotros mismos es la base del resto de nuestras relaciones

Las personas que nos rodean normalmente nos hablan de cómo nos tratamos a nosotros mismos, de cómo nos vemos, de cómo nos proyectamos. Es por eso que a veces un simple cambio interior hace que nuestro entorno cambie considerablemente, bien sea porque esas personas que nos rodean cambian su relación con nosotros o bien porque ya no hay cabida para ellas en nuestra nueva realidad.

Es por eso que podemos decirte con propiedad, que todo aquello que ha salido de tu vida, con o sin consentimiento, es porque ya te aportó lo necesario.

Si no vibra como tú dejarás de atraerlo

“Desaparecerá de tu vida todo aquello que ya no vibre igual a ti. No te sientas mal por evolucionar, no has perdido nada, te has ganado a ti.”

Evidentemente para comprender el paso de personas que representan algo importante para nosotros, es necesario comprender nuestro paso por esta experiencia, que de manera análoga tiene un propósito… Si dejamos de armarnos dramas innecesarios, podemos ver el macro de la historia y disfrutar mucho más de nuestras experiencias, porque esto a fin de cuentas es un regalo, que aceptamos de forma consciente, aunque desde un principio, lo hayamos olvidado.

Si no funcionó, si alguien se alejó de tu vida, queriendo tú que se quedará, no desesperes, no te digo que no dolerá, porque somos seres acostumbrados al apego, y esto conllevará aun duelo. Solo te invito a no engancharte, a no someterte a una tortura emocional autoimpuesta. Cada uno de nosotros es el responsable de cómo se siente, los demás pueden hacer muchas cosas, y solo nosotros decidimos cómo nos afectan.

Procura ser consciente de tu proceso y entender que está lo evidente y lo que no y si cerramos los ojos y guardamos silencio, muy probablemente se nos haga más sencillo darnos las respuestas que nuestros pensamientos no nos pueden ofrecer.

Honra cada vínculo, bendice cada persona que está en tu vida, así como las que se marchan, porque a fin de cuentas, nos faltan muchas vueltas que dar y quizás hasta nos las volveremos a topar (en caso de necesitarlo).

Por: Sara Espejo – Reencotrate.com


Sara Espejo

Buscando diariamente las maneras de inspirar tu vida.

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