El mejor castigo para quien nos hizo daño es el olvido

El mejor castigo para quien nos hizo daño es el olvido
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Si hablamos de castigos o de venganzas, para mí hay dos preferidos:

  • El olvido
  • La felicidad

En esta entrada nos centraremos en el olvido… Pero si queremos causar un efecto en esa persona que nos lastimó, no dudemos en ser escandalosamente felices, eso será un arma letal, que le hará doler cada vez que intuya una sonrisa en nuestro rostro, bien sea por rabia, celos, nostalgia o remordimiento.

El olvido es lo mejor que nos puede pasar cuando hemos resultado lastimados en alguna situación. Evidentemente no tenemos un botón llamado “delete” o suprimir en nuestra mente para eliminar los recuerdos. De hecho los recuerdos que nos producen dolor tienen la particularidad de estar siempre frescos, dispuestos a recrearse con todos sus detalles, pareciendo esto una broma macabra de nuestra mente.

Incluso siendo complicado, podemos trabajar nuestros recuerdos inteligentemente, para lo cual necesitaremos un poco de fuerza de voluntad y estrategia.

Cada vez que un recuerdo acerca de lo que queremos olvidar debemos evitar engancharnos, simplemente nos dedicaremos a observarlo como si no se tratase de nosotros, identificándonos lo menos posible con ese recuerdo y evitando cualquier otro asociado a él.

Si evitamos engancharnos, poco a poco vamos a ir perdiendo el enfoque en eso y de a poco, las sensaciones que generaba en nosotros se irán disolviendo.

Cada vez que el nombre de esa persona se nos venga a la mente utilizaremos alguna frase positiva, que nos haga sentir tranquilos, sin permitir la entrada de pensamientos asociados a lo que pasó o a lo que nos gustaría que ocurriese, por ejemplo:

  • Te envío amor.
  • Te envío luz.
  • Bendigo mi pasado.
  • Agradezco mi pasado.
  • Me libero del pasado con amor.

Estos son solo unos ejemplos, pero podemos personalizar la frase que utilizaremos como especie de mantra, que vamos a repetir las veces que sean necesarias.

La mente se va a ir acostumbrando a la dinámica y como no sentiremos angustia, ni dolor, porque estemos realizando una afirmación que nos va a favorecer, no generaremos ese efecto rebote, que a veces resulta cuando a la fuerza evitamos pensar en algo… Cada vez que rechazamos algo le ponemos nuestra atención, cada vez que negamos algo le ponemos atención, cada vez que peleamos con algo, le ponemos atención… y al hacerlo le estamos dando fuerza y presencia en nuestras vidas.

Perdonar es esencial

No importa lo que haya pasado, ni cuanto nos haya dolido, perdonar es básico, para liberarnos de esos desechos que permitimos que alguien dejara en nuestro interior. Debemos entender que no se trata del otro, sino de nosotros. El otro quizás esté viviendo su vida sin pensar en lo absoluto en nuestra existencia, motivo más que suficiente para decidir de forma consciente que lo que nos hizo esa persona nos deje de doler, nos deje de importar.

Perdona y suelta la carga… Ése paso es inevitable para el olvido, porque no podemos olvidar lo que nos sigue doliendo, lo que nos sigue cargando de rabia o lo que nos sigue haciéndonos lamentar por nuestro pasado.

La vida es muy hermosa como para enfrascarnos en algo o en alguien que nos generó sufrimiento y darle el poder de seguir lastimándonos con nuestra actitud. Debemos ser prácticos e inteligentes, nada que nos haga sentir mal debe permanecer en nuestras vidas, en especial en nuestra mente… Esto aplica para personas, pensamientos, creencias, situaciones, lugares, etc…

Filtrar a lo que le damos cabida en nuestra mente es lo que nos permite vivir una vida sometida al dolor o abierta a disfrutar de esta maravillosa experiencia.

Vinimos a ser felices… Evitemos las distracciones.

Por: Sara Espejo – Perlas para el Alma


Sara Espejo

Buscando diariamente las maneras de inspirar tu vida.

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